Sandra Melgarejo / Imagen: Diego S. Villasante y Miguel A. Escobar. Madrid
Neurólogos y pacientes han analizado cómo afectan los recortes en el sistema sanitario español a la atención neurológica, en el debate de Publicación Médica de Neurología y la Sociedad Española de Neurología (SEN). María Gálvez, directora general de la Federación Española de Párkinson (FEP); Rocío García-Ramos, miembro del Comité Ejecutivo de la Fundación del Cerebro; Ángel Guerrero, vocal de Política Estratégica de la SEN; y Carlos Tejero, vocal de Comunicación de la SEN, han reivindicado que se tengan en cuenta sus ideas para acometer reformas que no afecten negativamente a la calidad de la asistencia, sino que la optimicen.
De izda. a dcha., Rocío García-Ramos, miembro del Comité Ejecutivo de la Fundación del Cerebro; Ángel Guerrero, vocal de Política Estratégica de la SEN; Sandra Melgarejo, responsable de Publicación Médica de Neurología; Carlos Tejero, vocal de Comunicación de la SEN, y María Gálvez directora general de la Federación Española de Párkinson (FEP).
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¿Cómo están afectando los recortes en la sanidad pública española a la atención neurológica?
Rocío García-Ramos: Se necesita una reestructuración del sistema sanitario porque tal y como está hoy en día es insostenible. Todo es cada vez más caro y el sistema tiene unas limitaciones de financiación. Estoy de acuerdo con el recorte del gasto farmacéutico, porque España es uno de los países donde más gasto hay. No sé si el copago es una solución, pero realmente hay que recortar en gasto farmacéutico sí o sí. Pero mi percepción es que los cambios y reestructuraciones que está haciendo el Gobierno en el sistema sanitario son superficiales, creo que hay que hacer reformas más estructurales, opino que tienen que ser más valientes y tiene que primar la eficiencia del sistema. Lo que pasa es que están tomando medidas fáciles, como recortar en profesionales sanitarios.
Ángel Guerrero: No sé muy bien cómo están afectando los recortes a la atención neurológica, espero que poco y me imagino que en cada sitio de una manera distinta. Cada región, cada hospital y cada persona lo está haciendo de una forma diferente. Hay lugares donde está habiendo pérdida de contratos, donde están teniendo dificultades para prescribir ciertos medicamentos, donde se han suspendido conciertos con proveedores de pruebas diagnósticas de neuroimagen… Una cosa que preocupa por igual en todas las comunidades autónomas es cómo está afectando al futuro de nuestra gente. Hay un grupo enorme de neurólogos jóvenes que es a los que más está afectando, se están encontrando con un entorno en el que las posibilidades de desarrollo profesional son cada vez más complejas.
Carlos Tejero: Estamos recibiendo una multitud de mensajes negativos que nos llegan desde la Administración, desde los medios de comunicación y desde nuestros compañeros en otras comunidades, y una ausencia de mensajes positivos puede hacer que tanto nosotros como nuestros pacientes entremos en una depresión en la hora de considerar cómo es la calidad de nuestra asistencia, cuando en muchos aspectos no ha variado y somos capaces de proporcionar los cuidados a nuestros pacientes y de los que los pacientes pueden estar satisfechos. Probablemente habría que combinar los mensajes. Nos encontramos con que, a la hora de acometer nuevas iniciativas, somos nosotros mismos los que nos frenamos porque entendemos que en este contexto de crisis puede resultar problemático acometer alguna empresa que, si pensáramos sin entrar en el debate de la crisis, acometeríamos sin duda. Tenemos que intentar orientar nuestros mensajes hacia lo positivo que todavía hay, a pesar de este ambiente de crisis, para que esto no nos limite en las posibilidades que podemos ofrecer.
María Gálvez: Todavía es pronto para evaluar cómo están afectando los recortes. A nosotros nos preocupa que puedan llegar a afectar al transporte sanitario; nos preocupan los copagos de prótesis o tratamientos que los pacientes no puedan asumir; los tratamientos de rehabilitación que, aunque ya estaban metidos en la cartera de servicios, no se estaban dando y ahora menos, con lo cual tenemos más trabajo en las asociaciones con menos recurso; la receta de medicamentos genéricos versus medicamentos de marca cuando se trata de un paciente crónico y polimedicado que tiene que amoldarse a una medicación diferente; el aumento de las listas de espera; y nos preocupa mucho, y esto sí se está produciendo, el acceso a determinados tratamientos más costosos, como los del párkinson avanzado, que no se están ofreciendo en algunas comunidades. Nos preocupa mucho.
¿Tienen la sensación de que los recortes están siendo indiscriminados o se están basando teniendo en cuenta criterios de eficiencia?
Rocío García-Ramos: Los recortes son diferentes en función de la gestión de cada comunidad autónoma; la asistencia neurológica en España también es muy diferente, no es lo mismo la que se da en Andalucía que la que se da en Madrid; y la equidad de la asistencia sanitaria es muy variable de unas comunidades a otras.
Ángel Guerrero: Hay 17 sistemas y cada uno va por su camino. Soy empático con el que maneja la caja, entiendo que tenga que quitar de aquí y de allá, y estoy de acuerdo con la palabra austeridad. Ahora bien, austeridad es prescindir de lo superfluo. Probablemente, el gestor debe hablar con los profesionales, con los neurólogos, para definir bien qué es lo superfluo. Hay una serie de líneas rojas que no se deben pasar bajo ningún concepto. En determinadas circunstancias tengo la sensación de que los que están tomando las decisiones quizá se están precipitando y no están preguntando a quien debe responderles, que en este caso somos nosotros. El presidente de la SEN, Jerónimo Sancho, dijo durante el Acto Institucional que estos momentos de crisis es cuando más hay que preguntar y en los que el que más tiene que participar es el especialista. Si hay que hacer un rediseño de la atención a pacientes neurológicos, tienen que hablar con nosotros para que no se equivoquen y para que no quiten aquello que realmente es imprescindible.
Lo no se debe olvidar bajo ningún concepto es la investigación. Probablemente, algún gestor esté pensando que eso entra dentro de lo superfluo, pero recortar en investigación sería un error de proporciones bíblicas. La investigación es lo que nos va a dar valor a corto-medio plazo. Un país científicamente puntero va a ser un país económicamente puntero.
Carlos Tejero: Tengo que defender la imagen del neurólogo desde el punto de vista económico. El neurólogo es el profesional más barato para tratar a los pacientes neurológicos. A veces, en los planteamientos de algunos sistemas sanitarios, uno puede entender que tener un especialista para todo puede proporcionar el beneficio de que llega a muchos pacientes, pero no se trata de tener contacto con los pacientes, sino de resolver el problema del paciente, que es, a la larga, lo que proporciona el beneficio. En este sentido, tenemos que defender nuestra especialidad como los profesionales ideales para manejar a los pacientes neurológicos. Nos asusta que se pueda plantear en algún sitio que el superfluo sea el neurólogo, porque tenemos muy claro que es así.
María Gálvez: Se están tomando medidas rápidamente y se está recortando una cantidad que hay que recortar en un año cuando lo que hay que hacer son reformas estructurales. Podemos ser mucho más eficientes, pero, desde luego, no se está mirando la eficiencia cuando estás eliminando unas terapias de rehabilitación cuando realmente retrasan la dependencia de pacientes crónicos y su institucionalización. A corto plazo es imposible ver eficiencia, siempre es a medio-largo plazo, como pasa en investigación. Es un grave error.
¿Se está contando con la opinión de los especialistas y de los pacientes para acometer las reformas?
Ángel Guerrero: En cada sitio de una forma diferente. Es muy sencillo decir que se recorta un cinco por ciento todo, pero lo que hay que hacer es estudiar e igual hay algunos campos en los que hay que quitar un 50 por ciento y otros en los que hay que aumentar mucho más. Hay que ver hasta qué punto el gasto de ahora es una disminución de discapacidad mañana. Eso requiere una información, una formación y una consulta, y ahí estamos los neurólogos, para que hablen con nosotros y podamos dar nuestra opinión, que es la más valiosa de todas en pacientes neurológicos.
Rocío García-Ramos: Mi impresión es que no preguntan y no informan. El sistema sanitario público español se sostiene gracias a sus profesionales, pero estos profesionales están desinformados de lo que cuesta hacer una prueba o un medicamento. Hay una total desinformación de lo que vale el sistema sanitario, ya no solo desde fuera, sino desde dentro. Hay que empezar por ahí.
Carlos Tejero: La crisis no se puede gestionar con la fórmula “café para todos”, se debe hacer de una manera individualizada. Puede haber medidas globales, pero, a partir de ahora, viene el trabajo de individualizar y de valorar, de reunirse y sentarse para que el modelo sirva para no volver a repetir los errores que nos han llevado a esta crisis.
María Gálvez: A nosotros no nos han consultado, pero es que además hemos tenido la sensación de que se nos ha tratado de derrochadores y de ir al médico sin necesidad porque es gratis. Un paciente crónico ya va al médico suficientes veces como para ir más veces de las que realmente necesita. Somos muy críticos con esta visión que se ha estado dando de los pacientes.
Ángel Guerrero, vocal de Política Estratégica de la SEN; Rocío García-Ramos, miembro del Comité Ejecutivo de la Fundación del Cerebro; María Gálvez, directora general de la FEP; y Carlos Tejero, vocal de Comunicación de la SEN.
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¿Qué se puede optimizar en la atención neurológica?
Rocío García-Ramos: El neurólogo es un profesional muy eficiente y lo ha demostrado a lo largo de los últimos años. Ahí está su mayor baza. El neurólogo ve enfermedades muy prevalentes, con un elevado gasto sanitario y en dependencia. Tiene que manejar muchos recursos y mostrar a los que gestionan que es eficiente que un servicio lo lleven neurólogos en lugar de otros especialistas porque ahorra gastos. Somos profesionales muy preparados y muy capaces.
Carlos Tejero: Nosotros queremos ayudar para salir de la crisis y tenemos ideas que nos gustaría poder llevar a cabo, que pueden significar reducciones de gasto y que pueden favorecer a los pacientes, al sistema sanitario y a la sociedad. Nos interesa poder participar en los foros de decisión y poder aportar en lo que podemos ayudar, y que no se nos vea como la resistencia, sino que intentemos aglutinar los esfuerzos.
Ángel Guerrero: Hay que seguir avanzando en el camino que se ha estado haciendo durante estos años. La Neurología en España ha avanzado mucho, se han cambiado paradigmas asistenciales que están repercutiendo en un claro beneficio del paciente. Hay que seguir aumentando la presencia del neurólogo, seguir con el desarrollo de unidades especializadas y seguir aplicando las evidencias médicas favorables. Lo que ahora puede parecer caro, a medio largo-plazo es barato, y eso se lo tenemos que hacer entender al gestor. Queremos que nos escuchen.
María Gálvez: Unas terapias de rehabilitación o un tratamiento de párkinson avanzado evitan hospitalizaciones, caídas y problemas que pueden devenir si no se da un tratamiento adecuado al paciente. Ideas para la eficiencia no nos faltan, lo que pasa es que hay que invertir en esas ideas, no se puede recortar sin tener en cuenta que eso nos puede acarrear mucho más gasto en el futuro.
Ángel Guerrero: Las asociaciones de enfermos durante estos últimos años han tenido un papel absolutamente fundamental, han cubierto con rigor y con ingenio prestaciones que el sistema sanitario público no podía hacer, haciendo mucho con recursos bastante inferiores a la calidad del trabajo que han llevado a cabo.
María Gálvez: Para nosotros la eficiencia es básica para subsistir, porque contamos con muchos menos recursos y siempre tenemos que hacer muchos más malabares.
¿Han llegado quejas al Observatorio de la Crisis de la SEN?
Ángel Guerrero: Los socios informan un poco menos de lo que yo pensaba, no sé si es porque no hemos sabido llegar a ellos o porque real mente hay menos problemas de los que nos podíamos imaginar. Hay varias comunidades autónomas de las que informan más que de otras, lo que más llama la atención son los lugares, de momento puntuales, en los que se están produciendo ceses de neurólogos. Lo que estamos haciendo es recabar información, saber qué tipo de pérdida de contrato es y ponernos a disposición de los responsables de los servicios para echar una mano en las negociaciones. También nos importan especialmente los neurólogos jóvenes, un grupo de gente brillante con unos niveles formativos excelentes y que tenemos que intentar que no caiga en la desesperanza. El país no se puede permitir el lujo de perder a gente tan extraordinariamente formada y en la que se ha invertido tanto.
Carlos Tejero: El Observatorio es necesario. Es probable que tenga más éxito en el momento en que consigamos intervenir con éxito en alguno de los problemas. Los neurólogos españoles tienen que acudir a la SEN para contarle sus problemas y encontrar respaldo.
Rocío García-Ramos: Es una excelente idea, la desinformación te evita tomar medidas para actuar. Funcionará cuando se corra la voz y la SEN podrá ayudar a informar, sacar a la luz lo que pasa y presionar.
María Gálvez: Nos parece muy positivo. Nosotros hemos pedido a las asociaciones que nos informen de las dificultades que se están encontrando los socios a la hora de acceder al tratamiento o a servicios sanitarios, y hemos puesto en marcha una encuesta para recoger información sobre la calidad de la prestación sanitaria, qué tipo de terapias están recibiendo y en qué situación se encuentran los pacientes.
¿Cuál es el panorama de los neurólogos jóvenes en estos tiempos de crisis?
Ángel Guerrero: Es incierto y es un grupo al que hay que cuidar. Los mejores números del MIR cogen Neurología, es la mayor inteligencia que tenemos en el país y hay que aprovecharla y potenciarla. Pero tienen incertidumbre y están viendo un panorama que lleva a la desesperanza y esto, a veces, hace perder el entusiasmo para seguir trabajando. El mensaje que hay que transmitirles es que sigan formándose y que sigan creciendo, y que sus compañeros y la SEN estamos ahí y queremos ayudar todo lo posible.
Carlos Tejero: Nos preocupa que vean las posibilidades de progresar fuera de nuestra frontera. Si tienen que optar por esa salida, tendríamos que facilitar que puedan retornar.
Rocío García-Ramos: El panorama profesional que tienen es penoso desde el punto de vista laboral porque no se está contratando a nadie. Yo lo que les digo a mis residentes es que aprovechen para formarse. De aquí a unos años habrá que hacer un análisis de la demanda de neurólogos que necesite nuestro país para ajustar la formación a las necesidades reales. Otra cosa que hay que hacer es buscar salidas no asistenciales: investigador, asesor científico en una farmacéutica... El neurólogo tiene que diversificar su salida profesional.
María Gálvez: Para nosotros es imprescindible que haya profesionales formados y disponibles.
¿Qué mensajes hay que dirigir a los pacientes en este contexto?
Ángel Guerrero: Al paciente habría que intentar trasmitirle cierta calma. La situación es compleja, pero se acompaña de muchísimo ruido. El paciente tiene que tener claro que los problemas se van a atender. Las circunstancias pueden ser más difíciles, pero siempre habrá un profesional comprometido e interesado en dar una atención excelente a cada paciente.
María Gálvez: El problema no es la atención en la consulta, sino los recursos que se puedan tener: quirófanos, terapias para párkinson avanzado… No es el trato que se da el paciente sino qué tipo de tratamientos se le pueden ofrecer, y ahí sí que se está notando. No hay que poner nervioso al paciente, pero tiene que ser consciente de que hay esos servicios y de si se le están ofreciendo o no.
Carlos Tejero: No podemos solamente utilizar mensajes negativos, porque tampoco estamos reflejando la realidad. La crisis es la que hay, pero también tenemos que proporcionar mensajes positivos y contar qué es lo que está ocurriendo, que a los pacientes los estamos tratando. Si lo estamos haciendo bien, no tiene por qué parecer que lo estamos haciendo mal.
Rocío García-Ramos: El profesional sanitario también necesita motivación para hacer una buena asistencia: carrera profesional, incentivos, investigación…
Ronda de conclusiones
María Gálvez: Para minimizar los efectos de la crisis lo primero es evaluar qué es lo que se necesita, qué es lo superfluo y qué va a conllevar más costes a medio-largo plazo. Para eso, lo que hay que hacer es consultar a las asociaciones de pacientes y a los neurólogos para ver qué medidas se pueden tomar, teniendo primero toda la información sobre la mesa.
Carlos Tejero: Lo que tenemos que hacer es tener información de cuáles son realmente los problemas, y para eso las fuentes son el Observatorio de la Crisis, las asociaciones de pacientes y la Fundación del Cerebro, para poder acometerlos y no dejarnos llevar por una corriente negativa. Tenemos que llegar a los lugares donde se toman las decisiones para poder aportar lo que podemos.
Ángel Guerrero: La crisis es una realidad negativa y una amenaza, pero también es una oportunidad. Los neurólogos tienen que contarnos qué es lo que está ocurriendo y tenemos que tener claro cómo están afectando los recortes a la asistencia neurológica en el mapa nacional. Y ya que los neurólogos somos los que más información tenemos, los que más posibilidades tenemos de atender bien al paciente y los que mejor sabemos cuál es la evidencia para tratar mejor al paciente neurológico y qué es lo eficiente, hay que animar a los gestores a que nos consulten y tienen nuestro compromiso para ayudarles a discernir lo superfluo de lo esencial.
Rocío García-Ramos: Los neurólogos tenemos que apoyarnos como colectivo, la SEN lo ha hecho muy bien estos años porque cubre todos los ámbitos, y estar alerta para poder actuar al mínimo problema de los profesionales o de la asistencia a pacientes.
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